14 abril, 2010

La espalda del espejo

(Ilustración: Tiziano/Venus con un espejo)


(Escrito para CanariasAhora Radio y leído en su programa "El correíllo" el día 13 de abril de 2010)



No entendía cómo se había podido casar con él. Allí estaba leyendo El Quijote, por enésima vez, y no lograba concentrarse, pues sólo pensaba en lo que se había convertido su vida: al fin una línea de gráfico plana, sin altibajos, como si fuera una monja de clausura, aunque no creía que ninguna monja se tuviera que acostar cada noche con semejante hombre, siempre detrás de otras mujeres.
—Me tengo que ganar el cielo, si el cielo se consigue no habiéndole sido infiel ni con el pensamiento —balbuceaba la pobre mujer.

Allí estaba el hombre. Era capaz de pensar que no la había complacido nunca. No. Jamás. Apenas un detalle de nada, cuando iba al vivero, porque le gustaba mucho la chica que despachaba, y le compraba una planta para que la cuidara muy bien como hacía con los hijos de los dos: tan cariñosa, tan pulcra, tan decorosa, tan madre.
—¡Una santa! ¡Una santa es la pobre! —dijo él.

Federico y Herminia caminaban por el pueblo cogidos de la mano, como siempre, porque nunca se les había visto de otra manera; y la gente pensaba la buena pareja que hacían; lo bien que se llevaban; los tantos años de casados en plena armonía, felizmente casados, como no se cansaban de repetir.


—¡Qué envidia, madre! —dijo una mujer con cara de pena.
—El espejo nunca enseña su espalda, mi hija —replicó la madre.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por invitarme a leerlo. ¿Qué decir...? que es como la vida misma.
Ana

Unknown dijo...

No me cansaré de repetirlo... Simplemente genial:)

Anónimo dijo...

Jejejee... Las madres siempre han tenido buen ojo para todo. Muy bueno!
Antonio JP

Carmen dijo...

Precioso relato. Me gustó mucho más cuando le oí ayer en la radio.

Moisés Morán dijo...

Buen relato Antolín.

Rosario Valcarcel dijo...

Mi querido Antolín:
Un relato muy humano, con un personajes bien conseguidos, reales como la vida misma.
Mi abrazo apretado.

kñt dijo...

querido antolín: como cantó rubén blades "se ven las caras, pero nunca el corazón"; las espaldas de los espejos guardan secretos íntimos e inconfesables y esconden miedos y falacias; los espejos, en los interrogatorios, son mudos testigos que traslucen sus cuerpos a quienes espían desde el anonimato.
Ten por seguro que estamos rodeados de espejos...; y lo peor: de espejismos.
un abrazo.
kñt

Daniela P dijo...

No todo el mundo es capaz de percibir la vida como lo hace usted, tal vez por eso puede llegar a todos los rincones de nuestros sentimientos y lograr engancharnos con tan pocas palabras. Una vez más ha sido maravilloso leerle.

Daniel P dijo...

No todo el mundo es capaz de percibir la vida como lo hace usted, tal vez por eso puede llegar a todos los rincones de nuestros sentimientos y lograr engancharnos con tan pocas palabras. Una vez más ha sido maravilloso leerle.

Armando dijo...

Fantástico tu relato Antolín. Da gusto leerte.

Anónimo dijo...

Antolin:
Como siempre fenomenal. Ya he marcado tu blog entre mis favoritos.
Un fuerte abrazo a toda la familia.
Orlando Falcon