(Ilustración: Los borrachos/Velázquez)
Puedes pasar. Gracias. Este es
mi refugio, o mi nido. ¿De amor? Ni muchísimo menos. Parece un sitio agradable,
la verdad. Siéntate. ¿En el camastro? Igual prefieres en esta silla, aunque la
verdad sea dicha: es como mi trono aquí. Eso está bien: sea respetada su
majestad. Perdona que no te haya invitado antes; quizás he debido hacerlo desde
muchos años atrás, pero nunca me he atrevido contigo, y mira que ha pasado
gente por aquí. Bueno, amigo, nunca es tarde; aunque cierto es que me ha
extrañado mucho tu invitación. Necesito hablar contigo, y sólo contigo ahora
mismo, porque me has parecido siempre alguien inalcanzable, o superior a los
demás. ¡Buf!, espero que no me vayas a hacer una proposición deshonesta. No,
hombre: ¡por Dios!; estoy yo para esa clase de cosas. Pues tú dirás. He pensado
en matarme. ¿En suicidarte, dices? Así es. ¡No me jodas!; ¿y para eso me has
elegido a mí, después de tanto tiempo? Ya te lo dije: te tengo en alta
consideración. Para eso no se necesita alforjas, sólo valor, ni amigos a quien
hacer pasar un mal trago. ¿Te interesan las razones? La verdad que no,
pensándolo bien. Me decepcionas. ¿Cómo lo vas a hacer? ¿El qué? La manera, la
forma de quitarte la vida. No lo sé, había pensado al principio que lo ideal
sería una inyección de algo, pero me parece un tanto cobarde, de modo que mejor
morir ahorcado, para que cuando me encuentren puedan valorar mi valentía, y
admiren mi cuerpo pendiendo como el badajo de una campana, elegante a pesar de
todo. ¿No será para que se compadezcan de ti?; así, de esa forma, dejando en el
recuerdo de los demás la imagen de un buen tendero colgado por el forajido de
turno del Oeste: ¡solemne estupidez! No se trata de eso; si al menos hubieras
deseado escuchar mis razones. Dame una sola porque, al fin y al cabo, la vida
también es una sola, sin retorno. Jamás he sido feliz un instante. Entonces ya
estás muerto, desde siempre, así que no te tomes la molestia.
3 comentarios:
Un texto precioso Antolín, como siempre.
Impresionante.Siempre nos sorprendes con textos sublimes.Continúa con tus conversaciones...
Gran maestro de las letras. Solo alguien como tu puede llegar a transmitir tanta fantasia, haciendo que todo parezca real. Desde el otro lado podemos llegar a creerlo todo.
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