“La mujer y su laberinto”
La mujer se
perdió en su particular laberinto, olvidándose del amor que se fraguaba en su
corazón, buscando unos cimientos equivocados.
“Tun, tun”
Tocó el hombre en
la puerta, a sabiendas de que la muerte no contestaba.
“Los vientos y el eco”
Silbó llamando a
los vientos de su amor, pero ya el eco se los había tragado.
“No bastan los recuerdos”
El pobre
pensador soñaba que aún era feliz con los recuerdos, pero no bastaban.
“El virginio y la mirada”
Tras su
virginio, la pena, y tras su mirada, la lástima de su existencia, por todo.
“La carta”
Esperaba la carta que descubriera su ilusión perdida.
“Los cigarrillos”
En sus
cigarrillos vio el humo de sus pensamientos, la brasa de su amor perdido y la
ceniza de sus cenizas.
2 comentarios:
Fantásticos como siempre Antolín.
Me encantó!
Saludos
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