
(Ilustración: Silvia Abascal/Iván Hidalgo)
Buscaba el hombre en su almohada algo que perteneciera al amor que había perdido, y sacó la funda, y corrió la cremallera, y rebuscó entre las plumas, pero sólo encontró un puñado de hormigas que devoraron su mano, la misma mano con que castigó inmisericorde a la mujer que sólo supo darle amor sin pedirle nada a cambio.
1 comentario:
Eso es un microrrelato, y no lo que yo leo en casa. Muy bueno, maestro. Lo de las hormigas... impagable.
Alexis.
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