(Foto autora: Margarita Ramírez)Querido hijo:
En este día tan especial para ti, cuando cumples 23 años, mamá y papá sólo pueden decirte que constituyes lo más hermoso de nuestras vidas, por eso, brindamos por ti y por nosotros: por ti por tu existencia, por nosotros por tu existencia.
No creemos que hayan padres tan orgullosos de un hijo como nosotros, y no por nada, y no por el simple hecho de ser padres, y no porque hayas alcanzado cotas inimaginables en tu trayectoria académica, sino porque como persona eres insuperable, y no lo decimos sólo nosotros, hijo, sino todos aquellos que han tenido la oportunidad de conocerte: gracias por ser tú, como eres, como has querido ser.
Si es una golosina de Dios ser madre o padre, nosotros, desde que naciste aquella madrugada del 2 de diciembre de 1986, no hemos dejado de tener nuestras bocas dulces.
¡Qué suerte, Dios, ser padres de un hijo como tú!
Qué pases un feliz día, mi amor, y que cumplas muchísimos años llevando siempre por bandera tu excelsa personalidad.
Te queremos,